El Padre Federico Lombardi, uno de los Asistentes ad providentiam, es el jesuita que se ha expresado a nombre de toda la Compañía para agradecer, en el marco de la Congregación, al Padre Nicolás quien ha dirigido los destinos de la Compañía de Jesús durante los últimos ocho años. Nuestro boletín ha dado cuenta, el martes pasado, de este momento importante de la Congregación.
El P. Lombardi es un hombre conocido y reconocido, no solo por sus hermanos jesuitas sino en el mundo de los medios religiosos a nivel internacional. Después de 25 años, ha tenido una presencia mayor en la dirección de Radio Vaticana y, luego por una década, ha sido también el portavoz del Vaticano, director de la oficina de prensa. El pasado 31 de julio, ha terminado sus responsabilidades. Su antiguo empleador, el Vaticano, no ha perdido tiempo para proponerle otro compromiso. Ha sido nombrado presidente de la Fundación Joseph Ratzinger – Benedetto XVI. – Esta organización está orientada a apoyar la investigación teológica principalmente de tres maneras: ofreciendo becas de estudios doctorales para trabajos de avanzada en el campo teológico, otorgando premios anuales por el conjunto de la obra de ciertos teólogos contemporáneos y organizando un simposio anual. Los recursos financieros de la fundación provienen de los derechos de autor por la venta de las obras teológicas, tanto antes como después de su elección como papa.
¿Por qué el Padre Lombardi ha sido escogido para presidir esta fundación? Porque ha conocido muy de cerca al cardenal Ratzinger. Diariamente, ha trabajo con él durante siete años de pontificado del cardenal, quien llegó a ser el papa Benedicto XVI. Ha apreciado su trabajo en el campo teológico y se siente feliz de poder apoyar la continuación del compromiso del papa emérito. Además, el jesuita italiano reconoce que la presidencia de la Fundación Ratzinger no es una actividad de tiempo completo. Después de la Congregación General, fuera de que no tendrá sin duda las responsabilidades que ha tenido como asistente del Padre General, se reportará al Provincial jesuita de Italia, su provincia, para ponerse a su disposición para cualquier compromiso que la Compañía quiera confiarle.