En la CG 36 estamos en el proceso de profundizar este camino emprendido por la Congregación precedente. De allí que se use el lema evangélico de remar mar adentro. Pensamos que las pistas fundamental ya se nos han dado en las congregaciones precedentes. El trabajo en este momento es una comprensión más honda, actualizada y encarnada de lo que ya nuestras precedentes congregaciones han dicho.
Un aspecto que hemos sentido con fuerza es la experiencia de la luz constante que Dios nuestro Señor le ha brindado a la Compañía especialmente en su camino de renovación emprendido desde la CG 31 y que tuvo en la 32 un momento culmen como si se tratará de la experiencia del Cardoner de Ignacio. Esa luz nos hizo mirar dos cosas fundamentalmente: Que somos pecadores llamados por la misericordia de Dios a la misión de Cristo y que esta misión hoy en día tiene como eje central el compromiso por la fe y por la justicia que brota de esa misma fe. Otras congregaciones generales han hecho nuevos llamados para seguir esta camino de compromiso y consolación incluyendo el llamado al diálogo intercultural e interreligioso. Es en fin de cuenta nuestro principio y fundamento. Servir al Señor y a su esposa la Iglesia bajo el Romano Pontífice bajo el signo del compromiso por la fe y la justicia.
Pero como ocurre en los EE también hemos visto que la Compañía no ha sido todo lo fiel que hemos deseado ser a las llamadas del Señor. Esto ha supuesto para todos una revisión personal y colectiva que busca honestamente reconocer los obstáculos que vamos poniendo para que la gracia actúe en nosotros con su fuerza liberadora. Es allí donde recuerdo con mayor fuerza las palabras del Papa que destaca en un artículo un compañero de la Congregación Francisco Iznardo (https://gc36.org/es/dejarnos-conmover-por-los-excluidos-de-la-historia-por-francisco-iznardo-sj/) La pobreza es muro y madre. No se trata sólo de la pobreza personal requisito indispensable, sino de la comunitaria, de la colectiva, de nuestro compromiso con los empobrecidos de cualquier signo. Pero a la vez volvemos a constatar que el Señor por pura misericordia suya nos sigue convocando a su misión de reconciliación (con Dios, con los otros y con la naturaleza). Sólo quien se vive a sí mismo como “misericordiado” es capaz de ser agente de misericordia.
Durante nuestras deliberaciones constatamos la inadecuación entre lo que en realidad somos y el llamado que el Señor nos hace. Pero a la vez esta inadecuación funciona como fortaleza de Dios mismo que muestra su poder en nuestra pequeñez. El uso de mínima Compañía no sólo se refiere pues al tema de números, sino que se refiere fundamentalmente a nuestra real pequeñez delante de la misión encomendada que a la vez recibe la fuerza de aquel que nos invita a ella.
Comenzamos la segunda semana con dos elementos. Las llamadas del Rey Eternal expresadas en lo que recogimos de las Congregaciones Provinciales y la elección de nuestro nuevo Superior General. Análogo a la contemplación de la encarnación en la sencillez de un hermano de una pequeña Provincia de la Compañía hemos encontrado a un compañero que nos oriente en los caminos del Señor. Oramos para que él pueda encarnar el llamamiento que el Señor Rey Eternal le hace a toda la Compañía y de él como señala Ignacio pueda “impetrar” múltiples dones del Espíritu ordenados en función de la misión recibida. Juntos ahora emprendemos el camino de contemplar al Señor predicar las villas y castillos del presente buscando en todo responderle.
En esa búsqueda el Papa ha venido a visitarnos. Hemos alabado juntos al Señor por los dones recibidos. De él hemos recibido orientaciones sobre lo que la Iglesia espera de nosotros, sin determinarnos en una dirección respetando así la libertad y el discernimiento de este cuerpo. Con él hemos vivido un análogo a la meditación de dos banderas donde se nos señalan los campos a fin de estar advertidos tanto de las tentaciones que hoy nos rodean, como de las llamadas que el Señor nos hace.
Es tiempo de las mediaciones que vienen bajo la forma de decretos y recomendaciones. Es tiempo de ir definiendo aquello que debemos especialmente impulsar y también impedimentos que superar. Así pues, las deliberaciones se orientan esta semana hacia las elecciones concretas de esta congregación. Pido oraciones para que el Señor nos de su luz a fin de que en todo hagamos enteramente su voluntad.