En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. – Amén.
Paz a esta sala y a todos los que se reúnan en ella. Que el Señor Jesús, que puso su tienda en medio de nosotros, habite con nosotros, alimente nuestra solidaridad fraterna y comparta nuestro trabajo.
– Amén.
Del capítulo 15 de los Hechos de los Apóstoles
Se decidió que Pablo y Bernabé […] subieran a Jerusalén a ver a los apóstoles y ancianos […]. Se reunieron los apóstoles y ancianos […]. Surgió una gran discusión […]. Pedro se puso en pie y les dijo […]: «Hermanos, […] creemos que por la gracia del Señor Jesús estamos salvados […]». Toda la asamblea guardó silencio […]. A los apóstoles y ancianos, junto con toda la Iglesia, les pareció conveniente escoger algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía […] con este mensaje […]: «Nos ha parecido conveniente, al Espíritu Santo y a nosotros, no imponeros otras obligaciones fuera de las cosas necesarias […]». En Antioquía, cuando lo leyeron, se alegraron por el ánimo que infundía. Palabra de Dios. – Te alabamos, Señor.
Cristo el Señor ha prometido permanecer en medio de sus discípulos hasta el fin de los tiempos. Dirijámonos a él con corazón humilde y confiado:
– Quédate con nosotros, Señor.
° Verbo de Dios, que has querido habitar en medio de nosotros, ven a llenar este nuestro lugar de trabajo con tu presencia y tu luz.
° Cristo resucitado, que has prometido permanecer en medio de tus fieles reunidos en tu nombre, concédenos saber formar una sola familia de apóstoles en tu amor.
° Siervo obediente del Padre, que has venido para servir y no para ser servido, sé nuestro huésped entre estas paredes, donde nuestra Congregación General se esforzará por descubrir tu voluntad.
° Jesús , cuyo nombre lleva la Compañía, envía tu Espíritu para que todos sepamos discernir la llamada que sigues dirigiéndonos hoy, en esta época de la historia.
Santa María, Madre de Dios, – ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, – rogad por nosotros.
San Ignacio y todos los santos y beatos de la Compañía, – rogad por nosotros.
(Bendición)
Reaviva en nosotros, Padre,
por el signo de esta agua bendita,
la adhesión a Cristo,
piedra angular que nos une en tu amor. – Amén.
(Canto)
En todo amar y servir.