ORACIÖN DE LOS FIELES
para la celebración de actión de gracias al final de la 36ª Congregación general
Por la Santa Iglesia de Dios repartida por todo el mundo, para que anuncie con coraje el Evangelio de la salvación y testimonie con gozo a Cristo crucificado y resucitado que ofrece su vida por amor a la humanidad.
Por el Santo Padre Francisco: para que, sostenido por nuestra oración en su ministerio al servicio de la unidad e de la misericordia, nos confirme en la fe, nos aliente en la esperanza y nos inflame de caridad hacia Dios y hacia los hermanos.
Por la Compañía de Jesús, enviada a los cuatro puntos de la tierra: para que encarnada en el actual contexto eclesial y social, viva un renovado impulso y sincero fervor misionero, para que fiel a su carisma pueda buscar el mayor bien de las almas.
Por el Prepósito General Arturo Sosa: Para que el Señor, que lo ha elegido para guiar a su Compañía, lo refuerce con su gracia y le dé la fuerza para desgastarse en el servicio con todas sus energías de modo que este cuerpo apostólico ad dispersionem pueda responder a los nuevos desafíos de nuestro tiempo permaneciendo fiel al Evangelio, a la Iglesia y a cada persona humana.
Por los que gobiernan las naciones: para que superando intereses particulares, se empleen con coraje en buscar el bien común en la verdadera libertad y en la verdadera paz, para que la esperanza de dignidad, de justicia y de vida para todos los hombres sea garantizada por un auténtico progreso social.
Por todos aquellos que viven en la pobreza, por los enfermos en el cuerpo y en el espíritu, por los marginados y por los ancianos que viven en situaciones de soledad: para que su grito de sufrimiento no quede desatendido por nuestra indiferencia, sino que encuentren la cercanía y el socorro de los hermanos, y así, experimentando nuestra proximidad ninguno pueda sentirse abandonado en el momento de la necesidad.
Por todos nosotros aquí reunidos en torno al altar del Señor: para que esta eucaristía que celebramos al final de la Congregación General nos sostenga en nuestro camino, de modo que reunidos en un solo cuerpo por el Espíritu Santo, podamos llegar a ser ofrenda viva en Cristo para la mayor gloria y alabanza de Dios.
O PADRE, que escuchas siempre la voz de tus hijos, acoge nuestra humilde acción de gracias al término de nuestra Congregación General;
y haz que reforzados en la unidad todos los miembros de la Compañía trabajen con renovada confianza en la edificación de tu reino.
Por Cristo nuestro Señor. R. Amén.
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